«Black» (el segundo tipo de cepas es más frecuente en las regiones tropicales). Como excepción a esta regla cabe citar el caso del «Mal de pie» o «Pie negro» del trigo (Ophiobulus graminis), que disminuye bajo monocultivo, tras una explosión inicial de crecimiento. En el cuello una línea negruzca separa la zona sana d e la zona asfixiada, pnr debajo de la cual las raíces se d escom ponen ex h alan d o un o lo r p ro p io de la ferm entación alcohólica. 406 Enfermedades del espárrago Enfermedades de las hortalizas 407 p u n to p o r M o l o t : lavado de las garras con agua de Jav el de 12 ° clorom ctricos d u ra n te 15 m inutos, seguido de un cuidadoso aclarado. Jo i a n D .. 1974 (con la colaboración de Ai a b o u v k i i e C , D r i i \ G iu s tin a \V.. M \ r r o i J ., R o u x e l F. y cols. (Portugal), 429-433. En los añ o s 70 la enferm edad era fácilm ente co n tro lad a p o r m edio de pulverizaciones a base de benom ilo. E n trañ a tam bién cierta sensibilidad, aunque escasa, al ( orynebacierium michiganensc. que .se utiliza actualm ente de form a efectiva en las mezclas de fungicidas de amplio espectro y de antim ildius sistémicos. En Italia, al igual que en E stados U nidos, se han aislado, en com binación co n el C M V de calabazas y calabacines, potyvirus que pertenecen al com plejo d e cepas del m osaico am arillo de la judia . * Métodos analíticos Consisten en poner de manifiesto por medio de la observación directa ejemplo: clamidosporas de Thielaviopsis, Pratylenchus en las raíces) realizada ^ien por extracción (nematodos), bien por la práctica de un cultivo in vitro hongos en general ’), aquellos microorganismos candidatos a desempeñar la 'unción de agente patógeno. La aplicación cada vez más frecuente de antimildius sistémicos debería hacer todavía más raros los casos de Pythium vascular. Didymella persiste en el suelo entre los residuos de las plantas enfermas o sobre los tutores. En las bases de los tallos se pueden apreciar esporádicam ente algunos a ta q u e s de Sderotinia minor, en los terrenos d onde el m onocultivo tic la lechuga ha a c u m u la d o esclerocios de este h o ngo (ejem plo: Pirineos Orientales). Este fenóm eno se ve favorecido p o r una excesiva carga de las plantas en frutos, una tem peratura del suelo o del sustrato baja en relación con la del aire y una alimentación en calcio insuficiente en relación con la alimentación potásica. 6. 478 Enfermedades de las hortalizas T anto en lechugas com o en escarolas se form an grandes esclerocios que pueden invadir las plantas a cualquier nivel. por contra, soportan las cepas «termorresistentes». El alelo L, (an tañ o conocido co m o L.) rige una necrosis-abscisión d e la hoja infectada artificialm ente y se m uestra m uy eficaz en el cam p o . En cierta m edida éstos se pueden restringir p o r m edio de tratam ien to s aficidas. Si ponemos en contacto un filamento «positivo» y un filamento «negativo» que correspondan a un mismo ácido nucleico, éstos tienen tendencia a asociarse estrechamente '. las formas perfecta e imperfecta de un mismo hongo reciben diferentes nombres. La sandía únicamente se ve afectada en Estados Enfermedades de las cucurbitáceas 243 Unidos. 1) el proceso d e «crisis seguida de reactivación del crecim iento» que caracteriza la infección p o r TM V . Si dichos exámenes no permiten una observación precisa, se acostumbra a almacenar las muestras en «cámaras húmedas» (cristalizadores de vidrio o bolsas de plástico) para inducir fructificaciones de hongos o exudados bacterianos, pero en este caso se debe prestar especial atención a los invasores secundarios: Cladosporiunt. Por contra se desconoce el patovar de Pseudomonas xyringae, especializado en la lechuga o las escarolas, pero a menudo se delectan daños de Pseudomonas pectinolíticos cuyo parasitismo poco específico puede estar favorecido por diversos factores: se han citado P. viridilivida . Lucha co ntra los virus y m icoplasm as tra n sm itid o s por insectos • Determinación de las zonas de riesgo a escala regional o de parcela Seria ab su rd o llevar a cab o p lan tacio n es en estaciones o zonas propicias a generar un 1 0 0 % de infecciones precoces qu e redujeran las cosechas al m enor inconveniente. Ic; 3a y 4c. Fusarium moniliforme y su variedad subglutinans se encu en tran igualm ente sobre las lesiones de las raíces, pero sobre to d o son considerados co m o agentes de las podredum bres de rizom as, según los resu ltad o s de los aislam ientos \ las inoculaciones artificiales. Resumen : En el presente, hemos considerado las enfermedades que afectan a las hortalizas por grupos de familia, tratando de compendiar aquellas identificadas en nuestro medio por diversos investigadores aunados a experiencias propias. La fructificación d e las u redosporas alcanza su ó p tim o a 25-30 °C , m ientras que el de la germ i­ n ación de las uredosporas es de 1()-15 °C. La persistencia de este estado de degradación acelerada de la iprodiona o de la vinclozolina en el suelo no perdura más de tres años después de la interrupción tic su uso. Todavía se desconoce, al menos en Bretaña, cual de estos tres modos de perpetuación es el más importante. V. Virus de la rem olacha y de la espinaca Cercospora se com bate por medio de un tratam iento fungicida de semillas (maneb, mancozeb, oxiquinoleato de cobre) y por pulverizaciones fungicidas en vegetación. cepulae = Urocystis cepulae) Un buen núm ero de variedades fu ero n seleccionadas en H aw ai d u ra n te los a ñ o s cincuenta com o resistencia al «spotted-w ilt» (ejem plo: «Pearl I larb o u r» y to d a una serie de variedades que llevan p o r n o m b re los to p ó n im o s de las diferentes islas del archipiélago). Los daños sobre melón en invernaderos son poco habituales, pues éstos se mantienen m ucho menos húm edos para el melón que para el pepino. Los órganos más gruesos (tallos, frutos) se prestan mucho mejor al aisla­ miento que las hojas, y permiten la práctica de una desinfección superficial P c No se recomienda en esie caso la práctica de una desinfección superficial de la hoja. pisi raza 3 (raza n o considerada com o grave en E stados U nidos) sólo invade el gu isan te ap ro v ech an d o los a taq u e s de Ileterodera. 111 A). Tradicionalm ente se aconsejaba la extracción por ferm entación, un trata­ miento a base de pcctinasa + ácido acético, o mejor todavía, un tratam iento term oterápico con agua caliente (56 °C durante 30 minutos). Sin embargo la mayor parte de las frutas se diferencian de las hortalizas en que poseen un pH más ácido y un contenido de azúcar más alto. Enfermedades del tomate, la berenjena y el pimiento 167 La n om enclatura de las razas de FO L es poco satisfactoria, h n la actualidad se d enom ina: __ «raza 0 ex 1» a las cepas dependientes de I; __ «raza 1 ex 2 » a las razas que superan al gen 1. dependientes de I... L os genes I e I. se h allan m uy próxim os unos de o tro s en el crom osom a 11 del tom ate. 85 nm. La mayoría de ellos son aspectos intrínsecos al ciclo de vida de los frutos, como la respiración o la producción de etileno. Sin embargo, todo ello no impide que en el huerto del agricultor aficionado, variedades rústicas com o «Hoja de roble». Agronomie. Si las sem illas 174 Enfermedades de las hortalizas se hallan altam ente contam inadas desde un principio, pueden m otivar el naci­ miento de más de un 1 % de plantas enfermas, lo que puede originar ataques generalizados, incluso sobre aquellos semilleros o cultivos en los que las plantas no han sido colocadas en espaldera. Los Amarantos-espinacas son muy proclives a sufrir podredumbres de los tallos a partir del suelo provocadas por Pythiwn aphanidermatum. S obre algunas variedades de m elón (ejem plo: «D oub lo n » . • P epinos de invernadero El éxito de una cosecha estriba, ante todo, en la producción de plantas sanas, no sólo desde el punto de vista criptogám ico (semillas tratadas con tiram . Enfermedades de la remolacha roja, de la acelga y de las espinacas 471 La carencia de boro, se manifiesta en la espinaca en forma de una clorosis generalizada, acompañada de un porte prostrado y de un ennegrecí miento de las raices. que comprende tanto el Peanul stuni virus. 18. Control Suelen d ar lugar a necrosis localizadas y p ueden constituir el origen de u n ataq u e de Botrytis. A menudo, el esfuerzo de las firmas productoras de semillas se basa mucho m ás en los métodos de control que en las condiciones de producción: los lotes no certificados pueden ser despachados en bolsitas para los huertos familiares, no suponiendo riesgo alguno a la hora de conseguir la erradicación del virus. Datura spp. IV. la siguiente página (y 3): Plant Pathol.. 73, 112-116. syringae phaseolicola) 112) • Oidio de la remolacha Provocado por Erysiphe betae (del grupo F. polygoni). Viruela de la patata l a resistencia al u/ufre de los «Cantulupos charentais», sin embargo, tam poco es muy mala. En el caso concreto de los Pythium. 7. betae, o Curtobacterium... • A ntaño se les d en o m in ab a P. ejfúsa, H. spinaciae (espinaca) y /'. C om b in ad o con el m osaico del tab aco (incluso con cepas de síntom as débiles) p rovoca un estriado necròtico m uy grave (doublé virus streak). 2. Por tanto, harem os alusión a los nem atodos, junto a los agentes parasitarios que provocan, hablando con rigor, las enfermedades de las hortalizas: hongos, bacterias, mieoplasmas y virus, sin olvidar, por ello, las enfermedades «no para­ sitarias». Algunos cardos (Cirsium) y senecio son sus presuntos huéspedes naturales (infección sin síntomas). familias, por ejemplo solanáceas, cucurbitáceas Es probable que las causas fundam entales d e su expansión sean: la débil eficacia de los bactericidas agrícolas de qu e se dispone en co m p aració n a la de los fungicidas m o d ern o s que han d esplazado al cobre; la intensificación d e la fertilización n itro g en ad a y el desarrollo d e los sistem as de riego p o r aspersión. E n verano su cultivo se puede reem plazar po r el de la esp in aca de Nueva Z elanda (Tctragonia comuta, T. expansa. Los síntom as en el m elón son an álo g o s a los q u e provoca el W M V 2. y en el calabacín son m u ch o m ás acusados. por tanto, altam ente resistentes, «rriiss» parcialm ente resistente y el resto de combinaciones sensibles. El captafol y la diclofluanida eran bastante efectivos d urante los años 60. Se debe de evitar el riego por aspersión tras la siembra; se tratará de efectuar las labores preparatorias, sobre un suelo regado previamente con un adecuado nivel de tem pero, que asegure adem ás un nivel hídrico en el terreno en el que resulten óptim as las condiciones de germ inación de las semillas. Se debe evitar este accidente bien poniéndolos al abrigo inm ediatam ente después de la cosecha o bien disponiéndolos en hileras dobles para proceder a su secado sobre el suelo, de m odo que las hojas de una planta recubran el bulbo de la otra. ./. Sclerotinia aparece episódicamente en los «microtúnelcs». Enferm edades de los tallos y de las hojas Figura 95.— Lesiones en turiones de espárrago. El com portam iento de los «charcntais» se sitúa entre el de estos dos g enitores y el del testigo de sensibilidad «Persian small type». - Virus Y de la patata Los m étodos de lucha contra el chancro bacteriano son los siguientes: • Uso de semillas sanas, testadas por inmunofluorescencia, tal como pro­ ponen ciertas com pañías de semillistas, o en su defecto desinfección de aquéllas. P or contra, conviene aplicar tratam ientos anticriptogám icos regulares: — en clima lluvioso, ya sea tem plado (ejemplo: sudoeste de Francia, donde las enferm edades más preocupantes son Alternaría y mildiu), ya sea tropical húm edo con riesgo de desarrollo de Phoma. Millones d e dosis d e esta «vacuna» fueron p roducidas y utilizadas. Pero, p o r lo g en eral, en el pepino, el m elón, el calabacín y, rara vez, en la sandia, aparece un m icelio epilito qu e fructifica ab u n d an tem en te en cadenas de conidias. En general, se producen a r c h o u x G . L as variedades cultivadas en F rancia han sido clasificadas po r C ousin (IN R A -V crsalles) en cu atro categorías, atendiendo a su m ay o r o m enor g rad o de sensibilidad. a cuyas enferm edades d edicarem os un breve ap artad o . La producción de las plantas afectadas es nula. lomaio en hoja y tallo . Este síntom a está provocado por Agrobacterium rhizogenes. Las «Trocadero» son particularmente sensibles. Entre los laboratorios virológicos existen, por supuesto, intercambios amis­ tosos de sueros efectivos contra un determinado tipo de virus. provistas de una «resistencia polivalente». Este tipo de resistencia es parcialm ente su perad o p o r las cepas d enom inadas «Song» \ que p ro v o can sín to m as relativam ente débiles y de evolución lenta. el Damping-off o cáida de plántulas. 264 Enfermedades de las hortalizas Carencia de m olibdeno Los síntomas de esta carencia suelen ser bastante graves en el melón: ausencia casi total del crecim iento de las plantas que viven en el terreno donde se acusa la carencia, coloración blanquecina de las hojas y necrosis marginal, Esta carencia es frecuente en los suelos que han experimentado una evolución lateritica. el virus desaparece de los residuos en tres meses. Este Heterodera provoca los síntomas habituales de este tipo de nematodos: raquitismo de la raíz principal, proliferación de raicillas que oscurecen hasta que las hembras de Heterodera alcanzan la madurez (cabezas de aguja visibles por medio de una lupa). diseases, biology and taxonomy. El Stolbur causa graves d años en el norte de B ulgaria y en R um ania, d onde son frecuentes porcentajes de a taq u e superiores al 50 %. Pueden afectar toda la extensión del ácido nucleico a investigar, o únicamente una parte. Se aconseja, evidentemente, la term oterapia con agua caliente. Los F. oxysporum. . - Ciertos chinches tropicales provocan d años m ás graves, con enncgrccim iento in tern o y mal gusto del fruto. Se incorpora por acción de la fresadora a razón de 500-700 kg/ha. III. En un medio m ontañoso y tropical (800-1.500 m ) tam bién se- puede cuestionar la virulencia d e la raza 3 sobre el to m ate, en aquellas parcelas en las q ue, com o e n C am erún, los to m ates, al igual que las p a tatas, experim entan un m archita­ m iento (G IR A R D -IR A T -com unicación personal). Nombre P. aphanidermatum ha sido recientemente detectado en cultivo hidropónico en los países templados, donde provoca podredumbre de raíces. En el pepino cultivado en invernadero con ilum inación insuficiente y noches frescas, puede apreciarse una m architez de las hojas qu e encubre los síntom as propios del m osaico, que n o han ten id o tiem po d e m anifestarse. Para evitar de form a eficaz estos ataques, los tratam ientos de semillas deben ser sistcmicos y activos contra los basidiomicetos. 470 Enfermedades de las hortalizas Una vez contaminados los terrenos, permanecen infecciosos a lo largo de varios años. en Q uecsland (A ustralia), que superó a I e I3. Debemos precisar que la obtención de las plántulas en cepellones de mantillo esterilizado de gran tamaño (0.5 dm ’). preventivamente. Momordica, Me/othria, Lagenaria. R issi r. quien considera el «Freem an’s cucumber» com o genitor para el buen com por­ tam ien to en suelo frío, y a «Sucrin de Tours» por la tolerancia a las débiles iluminaciones. Al aire libre, los cultivos mediterráneos tienen lugar en la estación de lluvias invernales y a menudo resulta imposible actuar sobre el riego. phuseoli (lesiones rojizas). los procesos de desinfección general del suelo (vapor, fumigantes, solarizaeión) resultan efectivos. Antracnosis - Virus del rizado amarillo del tomate En el INRAMontfavet. 112). Este m éto d o perm ite al cultivador de espárragos preocupado p o r el éxito d e su p lan tació n escoger una parcela q ue. Control 7. :2. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies.Aceptar Más información. T radicionalm entc se viene aco n sejan d o el uso de m an eb , m ancozeb o clortalonil. C ., 1 9 8 5 : Tomato diseases, a practical guide fo r seedsmen, growers and agricultural advisors Petoseed Co. — Selección para ¡a resistencia A. raíces. Fam ilia d e las V alerianáceas. en las mismas parcelas. L o u it R. y LoKBhtR J.W ., 1966: «Epidemiology o f O nion yellow dwarf». 64) Marras de nascencia en terrenos fríos y húm edos C uando se siem bran judias en un suelo m edianam ente húm edo, cuya tem­ peratura oscila alrededor de los 20 ° C la nascencia es muy rápida (7 días) y l isura 64.— A taques de huncos del suelo sobre plántulas de judia. 7. :2. • En las plantas jóvenes, se pueden apreciar mortalidades o decaimientos provocados por los parásitos señalados anteriormente (en el caso de la espinaca, estas «plantas jóvenes» pueden ya haber alcanzado el estadio de «cosecha'»). polífago que ataca a hortícolas, Sin em bargo, un deter m inado núm ero de cepas de cada especie permanecen «neutras» y no reaccionan ante ninguno de am bos testadores. * ediciôn). — Ciehorium intybus, la «achicoria silvestre», muy am arga, y de la cual solo suelen consumirse sus órganos (sobre todo hojas) etiolados a través de un proceso de blanqueamiento. • Sobre los frutos maduros del tomate, num erosos hongos cuasi saprofitos pueden penetrar a partir de heridas mecánicas o de las «grietas de crecimiento» (consúltese la parte final del presente capítulo). F.n inver­ nadero, sobre todo en condiciones de tiempo gris, es imposible mantener las tem peraturas superiores al óptim o de los parásitos sin provocar el etiolado. ed. Daños causados por el frío en condiciones de débil lum inosidad sobre plantas jóvenes de melón E stos daños afectan en el sudeste de Francia a las plantaciones precoces que tienen lugar bajo túneles no caldeados u otras protecciones plásticas. Portulaca. En lo que respecta a los parásitos strictos de las raíces, recientemente se han realizado considerables progresos, racias a la práctica de cultivos in vitro de «raíces transformadas» obtenidas racias a Agrobacteriuní rhizogenes. En I9K9 todavía n o se h a b ía señalado ninguna resistencia de estos m ildius al metalaxil. L as variedades de tip o «m editerráneo», qu e derivan d e «V ioleta de Barbentane», son u n po co m enos sensibles a la verticilosis qu e las variedades tardías com o « F lorida m ark et» , p ero no existe ninguna posibilidad de in tro d u cir una resistencia de alto nivel en un futuro próxim o (Solanum torvum se m uestra resistente). 'r i I A h n u l p n in l n h > ‘ u i - i l h l l l l v i v l l f l l i l ' R S.iniSOfl. Colocada en una «cámara húmeda» o en medio de cultivo, la raíz enferma puede recubrirse de fructificaciones de hongos que no son más que invasores patogénicos secundarios, como suele ocurrir en el caso particular de los Fusarium spp. puede confundirse con otra cosa no parasitaria. N ecróticas, beiges con rebordes oscuros, num erosos picnidios. Ácaro amarillo o Araña de la fresa (Stenotarsonemus pallidus) 7. Las fuentes de microorganismos son todas . IX. obtenida en el 1NRA). ): « lui p rotection sanitaire d u C o n co m b re de serre: en « Special C oncom bren.° especial 174 de - PHM», 75-116. F.n Estados Unidos, tanto en la remolacha com o en la espinaca se detecta el estado ecídico de Puccinia aristidae. Colletotrichum Oidio y mildiu: remedios ecológicos caseros para combatir estos hongos, Oidio: eché Biofungi para oidio y ha funcionado bien. Agrie. Esta precaución es fundam ental, no sólo a nivel particular para el productor, sino tam bién para sus vecinos y para el conjunto de la región, pues de este m odo se evita la perpetuación de virus com o el W MV 1 y el ZYMV, menos arraigados en la naturaleza que el mosaico del pepino. Su eficacia es triple, pues actúa como erbicida, nematocida y fungicida. que deben ser vigilados desde este punto de vista p ara poder eliminar al parásito (benom ilo, iprodiona) desde la aparición de los prim eros focos. Su resistencia, sin em b arg o , no resulta eficaz frente a to d as las cepas de virus. de hecho, constituye la cepa «remolacha» europea de Beet western yellows virus (BVYV). Conviene, p o r tanto, evitar las sobredosis cuando se utilizan mezclas organocúpricas (cobrc-mancozeb, o cobre-maneb-cimoxanilo) para com batir el mildiu. Una variedad local rastrerav(de origen libanes), de tallos delgados, permanece indemne a este accidente, igual que ocurre con sus híbridos F, con respecto a las variedades de tipo europeo. Recientemente, se ha comprobado que los desplazamientos de zoosporas en las soluciones podían ser contrariados por la adición de mojantes de tipo nonilfcnol polietoxilado a 20 ppm. Pseudoperonospora, es propagado por las lluvias, pero cuando disemina activamente sus conidias, puede tam bién progresar favorecido por el roció, si éste se prolonga suficientemente por la m añana (a la som bra de un árbol o de un seto) o si las conidias sobreviven desde la m añana hasta la tarde (condiciones propias de la «Cuaresm a» tropical, o del mes de mayo mediterráneo). Para que una infección consiga extenderse es necesario un esclerocio completo, numerosas clamidosporas. En 1966 CANO VA aislaba dos virus en las raíces enfermas: — Uno, transmitido por el hongo Polymyxa betae (Plasmadioforáceasj. Ignoram os todavía si el virus del ajo es idéntico al « \1aize rough dwarf», o si am bos virus tienen una evolución paralela pero independiente. La selección realizada po i la em presa privada tam b ién p ro m o cib n a este tip o d e investigación. La enfermedad aparece en condiciones secas, su óptimo se sitúa entre 20 °C y 25 °C. N o obstante, algunos proyectos de producción pueden resultar imposibles de materializar: en el Valle del R ódano y en Provenza, p o r ejemplo, m ientras no se disponga de cultivares de melones o de calabacines resistentes a la vez a CM V, W MV 2 y ZYM V. to d a plantación realizada en llanura tras el 20 de abril verá reducida su producción a la nada o incomercializable ante los efectos de los virus transm itidos por pulgones: esto no ocurre con las producciones de ••melones de ladera», cuyas plantaciones tienen lugar a altitudes superiores a los 100 metros, en explotaciones que com binan esta producción con la de cereales, espliego y la viticultura, en un entorno en que los pulgones sólo alcanzan muy tardíam ente y d onde los reservorios naturales son muy poco abundantes. — R aza 2. caracterizadas fundamentalmente por su unüatcralidad sobre ciertas hojas. Las semillas deben de ser tratadas con tiram en una proporción de 3 g de m .a./kg. lln un ácido nucleico de -doble cadena», este filamento positivo se usocia a un filamento negativo, en d cual cada base (punca) es complementaria. VIII. Según las variedades, cuando se contam inan las p lan tas, puede producirse bien una infección latente sin síntom as, o bien pueden ap arecer lesiones locales. U na de ellas, «P alm etto». Figura 35.— Métodos de injerto. ' por goteo). • Ejemplos de programas de tratam ientos anticriptogámicos Los programas de tratamientos en lechugas, escarolas y achicorias deben de considerar todos los parásitos que causan daños en un medio determinado. en •^zón de 10 a 30 g/nv. infección hacia arriba. Aunque Sin embargo, resulta ineficaz la hora de extinguir Pseudomonas solanacearum en cultivos al aire libre. La estemfiliosis o «Quemado estival» es una enferm edad de reciente aparición, que se detectó a principios de los a ñ o s 80 en S u i/a . ¿C óm o in terp re tar esta evolución? 202 Enfermedades de las hortalizas P.n 1985-1986 se proced ió a en trecru zar líneas de fru to de gran ta m a ñ o que provenían de las tres ru tas a n terio rm en te señaladas, los prim eros resultados de dicha investigación se conocieron en 1989 (consúltese posteriorm ente el ap artad o dedicado a la ««selección varietal»). Esta producción requiere dos tratam ientos fungicidas por sem ana y los frutos frágiles deben ser exportados por avión. + ■f 4 44 i 2 Oí -3 + i Girasol Precedentes más o menos favorables a las hortalizas 98 i X. X X X X = x X X X 0 ir. L a t k r r o t H ., 1968: Contribution à Famélioration de la Tomate pour /a resistance aux maladies, et notamment a celle causée par ¡a Mosaïque du Tabac. • fíhizoctonia so/ani Las cepas polífagas de tipo A G 4, únicam ente provocan podredum bres en el cuello del tom ate tras labores de cultivo erróneas, com o, por ejemplo, cuando se pretenden utilizar plantitas muy etioladas enterrando horizontalm ente el tallo. La utilización de híbridos L r L , perm itió proteger d urante un cierto tiempo los pim ientos cultivados en los invernaderos holandeses hasta la ap arició n de patotip o s 1-2-3. que tras h acer su aparición en H o lan d a, se expan d iero n en F ran cia a p a rtir d e 1982. 1962: Cucurbits. Una identificación es más segura cuanto más concordantes son los resultados de los tres tipos de métodos. Por o tra p arte, e n E stados U nidos se han m anifestado ataques de F. oxy. Las especies del género Pythium constituyen un elemento permanente de la microflora de los suelos. proseguida de riegos diarios tras el repicado, permite obtener producciones aceptables incluso en suelo altamente contaminado (en condiciones antillanas. científico: Mycosphaerella fragariae Estas indicaciones sobre los métodos de lucha genética o química no nos deben hacer olvidar los métodos de cultivo, insuficientes por sí solos, pero Oidio de las lechugas y escarolas Erysiphe cichoraccarum (sensu srrícto...) es el agente del oidio de las Com ­ puestas. 93). Adquiere las mejores estrategias para el mejor manejo y control de plagas y enfermedades del jitomate (tomate) en invernadero. Las enfermedades afectan el rendimiento de su cultivo si no se previenen de manera efectiva . tracheiphila) F.l porcentaje de plantas afectadas es, afortunadam ente, bajo. Los principales síntomas consisten, en la formación de anillos concéntricos de color púrpura sobre las hojas, seguida, de la muerte o necrosamiento del tejido. . Mildiu de las Cucurbitáceas (Pseudoperonospora cubensis) 8. 1.a intervención del m osaico del tabaco, al cual se ha hecho alusión an terio rm en te, no resulta indispensable para que se p roduzcan esto s dos fenóm enos, que constituyen los dos aspectos de un m ism o desorden fisiológico. 398 Enfermedades de ¡as hortalizas Enfermedades de los allium 399 está constituido por gram íneas silvestres que albergan los cicadélidos vectores (Laodelphax). Pueden estar provocados por diversos virus de entre los cuales destacan: — El amarilleo grave de la remolacha (Beet yellows virus. Los alimentos contaminados pueden causar . enfermedad tanto en invernadero como al aire libre. VerticiHium Meloidogyne. Planchado (go lpe de sol) y agrietado de los frutos Los frutos del melón, com o los del tom ate pueden padecer golpes de sol cuando, después de haber estado protegidos por la som bra de las hojas, se hallan expuestos bruscam ente al sol. Los espolvorees con azufre sublim ado, alcanzan la superficie inferior de las hojas y la superficie del suelo, resultando éste un m étodo perfectamente válido para los m elones cultivados al aire libre. Podemos encontrar al genero Aphanomyces en guisantes, judías, remolacha y rábano. Bajo riego p o r asp ersión, el gen Pto (resistencia a Ps. I.os micólogos utilizan, por lo general, un colorante (azul algodón C4B en el ácido láctico o lactofenol), muy útii en el caso de los micelios y las esporas incoloros de los ascomicetos y los basidiomicetos. Los ataques más tardíos pueden dañar las inflores­ cencias o contam inar los granos. C uando el ataque afecta al cuello de la planta, ésta se marchita bruscamente sin cam biar de color (fig. Semillas infectadas. Colletotrichum puede ser propagado por las semillas (en las que, según M a iia y G a r i b a l d i , a menudo se aprecian acérvulos), pero también puede conservarse en los restos de cultivo gracias a la naturaleza esclerótica de sus fructificaciones (forma parte del mismo grupo que C. circitum). A: La «Falsa roya» en sus diferenies formas: lesiones en «velo» o en forma de ojal, necrosis du las escamas. En condiciones cálidas y húmedas, algunos Pythium productores de neniatosporangios (ejemplo: P. aphanidermatam ) pueden provocar podredum bres del hipocótilo (podredum bre longitudinal, recubierta eventualmente de un micelio blanco y frágil). estado 1416 hojas). al tallo por la zona del cuello, que se pudre, Las semillas son más sensibles a los residuos de los fumigantes que las plantas repicadas. N elson, T oussoun et C ook ed .. Pa. Univ. pero con síntomas diferentes según las variedades. que suelen invadir los frutos maduros. y L a t e r r o t H .. 1989: The use o f wild speciesfor the genetic irmprovement o f Eggplant (Solanum melongcna) and Tomato (Lycopcrsicon esculentum). pardo). Pero este reconocimiento por medio de la lupa debe complementarse con un estudio realizado por medio de un microscopio óptico. 5 /8 . V irus transm itidos por contacto D entro de esta categoría se inscribe el virus del moteado verde del pepino (Cucumber green motile, antañ o Cucumber virus 2, o virus 2 del pepino, cuando el CM V era considerado el Cucumber virus I). ' Congres F.ucarpia M ontfavet, julio 77. El azulado de los bulbos de ajo se detecta sobre el lado expuesto al sol de los bulbos recolectados que no se hallan suficientemente secos y que permanecen algunas horas en el cam po. B: Rhiznaonta solani (chancros rojizos). Si no se identifican y se actúa con rapidez, pueden diezmar todo el trabajo de cultivo. 247 colonias es m u ch o m enos n ítida, y su superficie tam bién puede ser rccubierta en su to ta lid ad (ftg. Este potvvirus es muy temible en Florida y ataca a lechugas y escarolas en cultivo invernal. P. tracheiphilum es un esferosporangial. P o r co n tra, en el caso de transm isiones p o r pulgones alados según el m odo no persistente, los tratam ien to s aficidas regulares que m antienen el cultivo totalm en te indem ne de colonias de pulgones, no retrasan m ás que un d ia la contam inación de los cultivos. C U A D R O 21 Resistencia al mildiu en la espinaca Variedades: cenes de resistencia Ki'sisioiK'iu a las razas Virotlay: m , m-, m Califiay; M ,. II. Ya queesto nos puede causar pérdidas en la producción porque es aproximadamente de un 25% del gasto total del costo de producción debido a las pérdidas que pueden representarse en la producción y los gastos realizados en su control. 425-436. I£l descubrim iento p o r L a i l r r o i de líneas q u e contienen aisladam ente 1 . 4. E n el caso del pim iento, en p articu lar en cultivo b ajo invernadero, todavía no se dispone de u n a solución definitiva. M anchas sobre hojas y (silos. 228 p. (capítulo G .S . Antaño los lotes de semillas de escarolas se encontraban contaminados frecuentemente. En este caso, la explicación reside en que su uso repetido estimula la aparición de una microflora en el suelo muy apta a degra­ darlos rápidamente, lo que reduce su tiempo de efectividad. mezclado con el suelo, se descompone en metilisotiocianato y formol. Como es de este elemento del que depende la solidez del cemento pcctico que forma la laminilla media que reúne las células entre ellas, su ausencia convierte a los tejidos en mucho más sensibles al colapso, provocado por una falta temporal de agua. C .R . La m ayoría de las veces, la enferm edad perm anece en las raíces y origina un co lap sam ien to progresivo de la p lantación con un am arilleo y una desecación p re m a tu ra de los tallos antes del oto ñ o . Proceedings 3 ' Congress o f the Mediterr. En condiciones de cultivo de invernadero esta situación puede ser alarm ante, pues el SMV puede ser transm itido de planta en planta por via mecánica. Nombre Este «plateado» (silvering) se debe a un mal desarrollo la base de las m atas en co n tac to con la espaldera, y conlleva a un despren­ d im iento de la epiderm is del haz de las hojas. P. G i n o u x (comunicación personal), existen cuatro factores que pueden contribuir a la resistencia de la judía a Pythium cn suelo frío: • una escasa exudación de com puestos solubles (azúcares, aminoácidos) por el grano a principios de germinación; • la coloración de los granos: ninguna descendencia de grano blanco pro­ cedente del cruce (Pl 226895 \ tipo «flageóle!» verde) alcan/a la resistencia de PI 226895. . 27. más aureolas concéntricas, secándose Enfermedades del tomate, la berenjena y el pimiento 171 La solución del fu tu ro en los países tropicales consistirá, sin d u d a, en la reunión de am b o s tipos de resistencia en híbridos F que adem ás contengan el gen Mi. A: Plasmodiupkorit: esporas de conservación sin ninguna ligadura entre ellas en la célula gigante. Los aislados naturales se rep arte n en F ran cia de form a variable según los a ñ o s entre «0» y «1». R1 bitertanol y el flutriafol son considerados com o eficaces. La ubicación de los chancros parece sugerir una penetración de las cicatrices a través de los cotiledones. El goteo se convierte en una preocupación importante, incluso cuando la HR es adecuada, ya que causa un secado desigual del cultivo y aumenta las enfermedades. El nivel de resistencia de los tipos m editerráneos («B astidon» o m ejor to d av ía «N arval», procedente del IN R A -A ntillas-G uayana de «L argo V alen­ ciano») es m ás que suficiente en la m ayoría de los casos. - Incorporar estiércol con antelación Ann. y M i -s s i a n C . Debernos proyectar, por tanto, las rotaciones de cultivos con la utilización de productos que conserven su eficacia. • M osaico de la lech u g a (cepas clásicas) Está provocado por un potyvirus (Leíluce mosaic virus, o l.MV) cuyas cepas más comunes son transm itidas por la semilla en una tasa que puede alcanzar el 15% en los «porta-granos» infectados precozmente y el I % en las plantas contaminadas justo antes de la floración. P or co n tra , las cepas aisladas en F ran cia inducen una necrosis generalizada en las descendencias p o rtad o ras de Pvr 2 (ejem plo: «72025«). Grave T odavía q u ed a p o r saber co m o evolucionará en un fu tu ro frente a las plantaciones m ás hom ogéneas. Las enfermedades más temibles son el oídio y la cladosporiosis (ésta última en el sur de Francia durante las primaveras lluviosas). ¡ornato), presente en algunas nuevas variedades (ejem plo: «R im one». Este se p ro p ag a p o r co n tac to entre las p lantas y com o consecuencia de las manipulaciones. Emilia spp.?) En el caso de las bacterias, un fragmento análogo será dislacerado en una gota de agua y depositado en una cápsula de Pétri con una asa de hilo de platino una varilla de hierro. Las lesiones de g rasa en el guisante pueden afectar a todos los órganos: tallos, peciolos, estípulas, folíolos, zarcillos y vainas. 128 I m métodos de lucha Enfermedades de ¡as hortalizas les perm ite distinguir los colores: el verde, y, sobre to d o , el am arillo les atraen ; p o r co n tra, las superficies qu e reflejan el sol o el cielo, generan en ellos un efecto repulsivo, en particular las ch arcas de agua. N e cró ttc as:pequeños p u ntos negros que pueden evolucionar en m ancha’, tonificadas oscuras. el cultivo de crucíferas por lo menos durante En las parcelas donde la enfermedad se ha manifestado, se establecerá una rotación de tres años. la parte inferior de las hojas jóvenes se cubre por completo de mildiu. Academic Press ed.. 803 p. Limassi i P. y D a r p o h s H .. 1951 : Principes de Pathologie végétale. Este cuadro ha sido configurado considerando los peligros de monocultivo de una especie o de una familia vegetal, y de algunos parásitos que pueden atacar a numerosos huéspedes (ejemplo: Thielaviopsis basicola en el tabaco, la berenjena y las leguminosas, o Pyrenochatea lycopérsici en las solanáceas y cucurbitáceas). Ambas enfermedades son meramente episódicas en climas templados o mediterráneos \ pues exigen para su desarrollo a la ve/ calor y humedad (tem­ peraturas comprendidas entre los 20 y 30 °C, diseminación por la lluvia). El azufre en polvo debe ser utilizado a dosis del orden de los 10 kg/ha y en pulverización, en caldos a 600 g/hl. Es de gran eficacia frente a los hongos; una inyección del mismo a 15 cm e profundidad desinfecta 30 cm de espesor del suelo. IL :2. L a literatura anglosajona denom ina a esta especie com o -endivia« (••endive*). Aunque estas legislaciones eran contradictorias en 1988 (ejemplo: benomilo autorizado en Francia, pero no en H olanda, situación inversa para las fumiga­ ciones con tetracloronitrobenceno), es de esperar que se armonicen en los años 90. Se hace intervenir un suero sobre un extracto de planta enferma que contenga evcntualmente diversos virus. Las sem illas p ueden tra n sp o rta r el virus de dos form as: en cantidades im p ortantes si su en v o ltu ra viscosa no ha sido elim inada p o r ferm entación o extracción ácida, o en cantidad es y p ro p o rcio n es m ucho m enores en los tegu­ m entos y en el album en. C onviene, p o r ta n to , sacar p a rtid o de las particularidades de este m odo de transm isión, aten d ien d o a las cuales podem os o p ta r p o r varias alternativas: D isuadir a los pulgones para evitar que se posen sobre las plantas sensibles, a p a ra to ó ptico d e los pulgones es bastante ru d im en tario , pero, no o bstante. Se distingue en las hojas por sus manchas blancas. También podrían estar relacionados con este tipo de afecciones cienos aspectos de la necrosis marginal de las hojas de lechuga («Tipbum»). G raves perjuicios se detectan bajo climas tropicales húmedos (Antillas. vista. respaldado más tarde por L a t i k r o i . La epidemiología de ciertos rhabdovirus transmitidos por pulgones es muy similar (ejemplo: Sow thislle ye/low vein), al igual que ocurre con el «virus de ías excrecencias y mosaico del guisante» (Pea enaiion mosaie virus). La degradación del T M V en el suelo parece ser biológica: un tratam ien to con m etam-sodio de un suelo que contenga residuos de plantas enfermas prolonga considerablem ente su conservación. Z onas d e m edia altitud e inviernos m uy fríos en las que los vuelos de pulgones com ienzan m ás tard e d e lo h ab itu al,’p o d rían relevar, en el caso de los cultivos de estación, a aquellas zonas m ejor favorecidas clim ática­ m ente, pero en las q u e las co n tam inaciones son m ás precoces, > en su s ataq u es sólo perdonan a aquellos cultivos practicados bajo lám inas plásticas o b astid o res F.n una parcela, si las con tam inaciones provienen de reservorios exteriores, los cultivos de los linderos suelen ser los p rim ero s q u e a le a n /a la infección v tam bién los m ás d u ra m e n te atacad o s. Las parcelas largas y estrechas son las m ás desfavorecidas. En cada especie, a su vez, se han definido «testadores» > que perm iten caracterizar dos grupos de heterotalism o. Del mismo modo Choanephorá cucurbitacearum puede también invadir los tallos bien sea directamente (síntoma detectado en Africa ecuatorial), bien sea a partir de heridas provocadas por la cosecha escalonada rama por rama (síntoma delectado en las Antillas). Phytopathol Union. Erwinia spp.). H allar un sistema que combine un patrón de Lycopersicon, un patrón interm edio «D oux des Landes» y un injerto de frutos gruesos, constituve más una proeza que un m étodo utilizable en la práctica. V ENFERMEDADES DE LA JUDIA (Phaseolus vulgaris) y otras faseoleas L a judía se cultiva en el m undo entero, y puede cosecharse de diferentes m aneras. - Materias activas de posible uso: Captan + tiabendazol, E l diagnóstico 80 81 Enferm edades de las hortalizas • Indexado sobre huéspedes diferenciales Los «huespedes diferenciales», utilizados para caracterizar un virus o un micoplasma, pueden constituir tanto variedades particulares de la especie huésped, como plantas pertenecientes a la misma familia o a familias diferentes. vesicatoria, o Pseudnmonas s. pv. Los parásitos detectados prin­ cipalmente son: CUADRO Ejemplos de program as de tratam ientos E scarola al a ire libre — plantación «le otofto — R n ttllta 1987-1488 24 Utosanitarios practicados durante los años 80. Phaseolus lunatus . Desinfección del suelo con solarización. Tres rutas de selección han sido establecidas, dirigidas a aum entar el nivel de u n o de los com ponentes de la resistencia con m iras a m ejorar el aspecto de los frutos: y - tendencia a un reducido porcentaje de éxito de las infecciones, por las débiles dosis de virus, análogas a las que inoculan los pulgones; — tendencia a un «secuestro» precoz del virus p o r fenóm enos necróticos; — escasa m ultiplicación del virus en la p lan ta y tolerancia. La limpieza cu id ad o sa de los linderos de las p arcelas, ejecutable sobre un espacio de 20 m etros de an ch o , com pletada por la aplicación de to d a u n a serie de m étodos de lucha en los que nos detendrem os a co n tin u ació n , puede, sin em bargo, co n trib u ir a la obtención de resultados favorables. P ara revisar la epidem iología y los m éto d o s de lucha co n tra este gén ero de virus, conviene c o n su ltar los capítulos I y II. Concebim os hasta qué punto pueden sentirse inquietos los productores de tom ates cuando esta nueva enferm edad se manifiesta en sus campos. 196 Enfermedades de las hortalizas El virus puede conservarse en la in d u m en taria lab o ral y los útiles. El quinim etionato resulta muy eficaz frente a este ácaro. 172 Enfermedades de las hortalizas Enfermedades del tomate, la berenjena y el pimiento 173 IV. asparagi Las cepas que únicam ente 408 Enfermedades de las hortalizas p rovocan necrosis de las raíces pueden ser c o m p a ra d a s a F. oxysporum f. sp. Las manchas se presentan de color verde claro o am arillo en el haz de las hojas, y grasicntas, en un principio, en el envés, donde el Pseudoperonospora fructifica, apareciendo un vello violáceo, que puede detectarse si se observa antes de las 9 de la m añana. Se menifiesta inicialmente como una mancha opcada y húmeda en la superficie del . o Damping-off melonis dans les p o p u latio n s de C a n ta lo u p charentais». Peronosporales (Pythiaceas del suelo, Mildiu, Royas blancas) La mayor parte de las pythiaceas (Pythium, Phytophthora) son organismos telúricos que atacan con preferencia las raíces, los órganos subterráneos y el cuello de las plantas. 47 B) y P. capsict, que produce una podredum bre sin localización explícita. Pero el color negro no es indispensable, algunos descendientes de granos amarillos o beiges procedentes de este cruce pueden igualar cn resistencia al PI 226895; • la coloración del hipocótilo y de los cotiledones: de entre los descendientes de granos amarillos o beiges. Es muy recomendable practicar una lucha biológica, si no frente a Botryiis, sí al menos ante Sclerolinia. Dichas sondas pueden realizar la detección por tanteos radiactivos (aplicables sólo en laboratorios), o por conexión con un marcador químico que dé como resultado una reacción coloreada, a partir de la cual podamos obtener los tests necesarios que permitan una utilización en el campo a la hora de detectar un virus o un micoplasma, no sólo a partir de un foliólo de la planta sospechosa, sino también en un insecto vector (aleuródidos, cicadélido) con comprobación ulterior en el laboratorio. L as ccpas capaces de provocarla no son corrientes, y no se m anifiestan m ás qu e allí donde Capsicum annuum vuelve a presentarse sobre el m ism o terreno.
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