Traduce de maravilla la coexistencia de lo sagrado e indeclinablemente digno de toda vida humana con la miseria causada por la enfermedad. Lo notable del caso es que todas esas condenas, vengan de donde vengan, señalan que la obstinación terapéutica es un atentado a la dignidad del morir. La muerte digna es la única solución para poner término a la permanente indignidad de vivir esas vidas sobrecargadas de valores negativos, carentes de valor vital. En la literatura panfletaria y en las páginas de Internet, los promotores de la eutanasia se presentan a sí mismos como la levadura en la masa, como líderes y liberadores que transformarán la sociedad. Para una mirada que sólo ve las apariencias, la enfermedad terminal, tan acompañada en ocasiones de dolor, angustia y ansiedad, tiende a eclipsar la dignidad del enfermo: la oculta, incluso parece haberla destruido. "logo":"https://www.unav.edu/image/company_logo?img_id=4860717&t=1607668520148", Queda ahí expresado con precisión el concepto de la relación proporcional directa entre debilidad y dignidad: a mayor debilidad en su paciente, mayor respeto en el médico. Apenas merece más que unas pocas líneas la referencia obligada a la condena ética que ha recibido el encarnizamiento terapéutico. Estévez Araujo (ed.). Este modelo goza de amplia aceptación entre los profesionales sanitarios. { Cambrón, A. Sienten ante la enfermedad incapacitante o ante la proximidad de la muerte un disgusto instintivo: la vida, física o intelectualmente empobrecida, les provoca mucha desazón y una reacción de huida. La tradición bíblico-cristiana proclama el respeto a la vida, afirma que la dignidad humana es compartida por igual por todos los hombres y asegura que esa dignidad no sucumbe al paso de los años ni se degrada por la enfermedad y el proceso de morir. Y, curiosamente, la única ley vigente en el mundo que autoriza la práctica del suicidio asistido por el médico, aprobada en el Estado de Oregón, se llama, por un manipulativo juego de palabras, la Ley de la Muerte con Dignidad26. La dignidad humana nunca fue, en la antigüedad pagana, un atributo humano universal. (35) R. Crawshaw, Humanism in medicine. "@type":"WebSite", Se crea así un rechazo colectivo a la muerte, pues nadie quisiera jamás morir de ninguno de esos modos. En el nuevo contexto, el enemigo no es ya la enfermedad avanzada, la cual, a través del dolor, el sufrimiento o la debilidad total de la caquexia, pone cerco a la dignidad humana: el nuevo enemigo es la pérdida de la autosuficiencia, el no poder vivir independiente de los otros, el tener que morir abdicando de la imagen social hasta entonces prestigiosa y estética. Con esta denominación de origen cristiano-estoico, recuperada por Vogelsanger36, se expresa de modo magnífico la especial situación de la humanidad del enfermo en el campo de tensiones de la enfermedad terminal. Los enfermos desahuciados y los moribundos se presentan como un acertijo para allegados y extraños, para médicos y enfermeras. La dignidad social es una variable dependiente de numerosas circunstancias: el paso del tiempo, la posesión de dinero, influencia, prestancia física, clase o títulos; se tiene, pero puede disminuir por debajo de un valor crítico hasta llegar a perderse. La dignidad del morir en el contexto pro-vida, La normativa ético-deontológica de la medicina, 2. Situando los derechos en el espacio pre-político de una supuesta naturaleza humana universal, los transforman en un requiso estático de la democracia, antes de ser el hecho generador que la mantiene siempre en movimiento. A treinta años de distancia, haciendo mías las palabras de la asamblea conciliar, una vez más y con idéntica firmeza los deploro en nombre de la Iglesia entera, con la certeza de interpretar el sentimiento auténtico de cada conciencia recta: « Todo lo que se opone a la vida, como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanasia y el mismo suicidio … Esta comprensión del hombre como imagen de Dios, aun a pesar de sus minusvalías y deficiencias, concedió una inmensa superioridad moral y una humanidad incomparable a la ley mosaica, cuando se la compara con otras legislaciones de la antigüedad. 39-57. Por el contrario, impele al desprecio, incluso a la aniquilación, pues ayudar a los débiles es propio de la moral de los esclavos. Dignidad del morir en el contexto pro-eutanasia. La ciencia (del latín scientĭa, 'conocimiento') es un conjunto de conocimientos sistemáticos comprobables que estudian, explican y predicen los fenómenos sociales, artificiales y naturales. (31) R. Sloan, Doctors may be ignorant of treatments for intractable symptoms, “BMJ”, 1995, 10, 1466. Vivimos también en un tiempo en el que las decisiones médicas se toman en función de la elección, activa e informada, del paciente de los tratamientos que acepta o rechaza. Nadie duda hoy de que la obstinación terapéutica constituye un error, médico y ético, muy difícil de justificar. Y las leyes autonómicas que regulan «los derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de la muerte». Para conseguir este nuevo «derecho» (en sentido jurídico-normativo) han de darse otros componentes de naturaleza política y jurídica, pero también un mayor trabajo social, o sea «voces» capaces de vencer las resistencias que se oponen a su reconocimiento. La debilidad extrema, irreversible, no parecía entonces digna de atención. En conclusión, es falso que el Foro Económico Mundial haya pedido el sacrificio de mascotas para combatir el cambio climático. Universidad Universidad Juárez del Estado de Durango; Materia Farmacologia (Farma) Año académico 2018/2019 ¿Ha ... aspectos solo se puede llevar a dos posturas de la misma, a favor, o en contra, la eutanasia. SOBRE LA EUTANASIA1 Mi punto de vista E n este trabajo argumentaré en favor de la eutanasia. PRESENTACIÓN. "https://www.youtube.com/user/universidaddenavarra" Sin dignidad, la vida del hombre deja de ser verdaderamente humana y se hace dispensable: esa vida ya no es vida3. Es necesario constitucionalizar este derecho para lo cual es imprescindible precisar su contenido: a) los respectivos deberes de los demás ciudadanos y, ante todo, b) los deberes que recaen en la autoridad misma de proveer de los medios materiales y procedimentales necesarios para satisfacer la demanda de las personas que desean poner fin a sus sufrimientos y proporcionar seguridad jurídica a los profesionales que dan cumplimiento a esa demanda. Estas concepciones han de ser respetadas siempre que no se deriven de su ejercicio perjuicios para la libertad de los demás. En conclusión, según la doctrina del Alto Tribunal, la eutanasia no tiene justificación legal posible, en tanto que a la ciudadanía –sana o enferma– de una sociedad organizada como «Estado de social y democrático», se le impone por vía no democrática el deber de vivir contra su voluntad. La Asamblea Parlamentaria ha reforzado recientemente su postura al término de un reciente debate (junio de 1999) sobre la protección de los derechos humanos y la dignidad de los enfermos terminales y de los moribundos13, al reiterar la absoluta prohibición de la eutanasia activa y afirmar que «el deseo de morir de los pacientes terminales o los moribundos no constituye ningún derecho legal a morir a manos de otra persona». –Art. Pero a aquellos cuyos cuerpos están siempre en un estado interno enfermizo, nunca les prescribía un régimen que pudiera hacer de su vida una miseria más prolongada. "telephone":"+34 948 42 56 00", (3) J. Hersch, La vie à son juste prix, “Schweiz med Wschr”, 1982, 112(Supl 13), 29-30. El movimiento de resistencia alemana consistió en varias líneas diferentes, políticas e ideológicas, que representaban a las diferentes clases sociales de la sociedad alemana y rara vez eran capaces de trabajar juntos - de hecho, para gran parte del período hubo poco o ningún contacto entre los diversos focos de la resistencia. El uso, por parte de los promotores de la eutanasia, de la expresión morir con dignidad tiene un propósito más oportunista y retórico que sustantivo. La peculiar dignidad humana en el trance de la enfermedad terminal y en el proceso del morir. No es fácil encontrar en las publicaciones de los propugnadores de la eutanasia una doctrina articulada y coherente sobre la dignidad del morir. "@type": "PostalAddress", EWTN is a global, Catholic Television, Catholic Radio, and Catholic News Network that provides catholic programming and news coverage from around the world. (actualmente aquí). Si queremos oponernos a la marea creciente que, empujada por la mentalidad pro-eutanasia y la ética de la libre elección, amenaza con sumergir las mejores esperanzas de dignidad humana, hemos de aprender que la finitud humana no es ninguna desgracia y que la dignidad del hombre ha de ser atendida y cuidada hasta el final. [1] El conocimiento científico se obtiene de manera metodológica mediante observación y experimentación en campos de estudio específicos. Las películas de ciencia ficción aparecieron al comienzo de la época de cine mudo, generalmente como cortometrajes en blanco y negro, algunas veces retocados añadiéndoles color. Pamplona, 21 a 23 de octubre de 1999. Existen razones suficientes para descartar la impostura del discurso iusnaturalista no sólo por sus debilidades epistemológicas, sino también por los objetivos que sus partidarios persiguen tanto a nivel individual, constriñendo las conciencias individuales, como a nivel colectivo, condicionando las decisiones democráticas del poder legislativo partiendo de creencias. Kass, Averting one's eyes or facing the music? Este es el fundamento ético de la atención terminal que se debe a todo paciente, la justificación moral de los cuidados paliativos. Sobre este fondo, la mentalidad pro-eutanasia construye su noción de morir con dignidad asignando al sufrimiento moral, al dolor físico, a la incapacidad, a la dependencia de otros, a la enfermedad terminal, un valor negativo, destructor de la dignidad humana. Ruptura con el paradigma clásico. Index and Glossary. Dicho conocimiento se organiza y se … Pero si atendemos a la doctrina expresada por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, la respuesta puede ser negativa. Esto agrava el sufrimiento de muchas personas enfermas al final de sus vidas, cuando desean ayuda para morir en el ejercicio de su libertad, sin que por ello se sancione a la persona que se lo facilita. El segundo se fundamenta en el principio de autonomía. La condena es universal: viene de las instancias pro-vida, lo mismo que desde las filas de los pro-eutanasia; de las organizaciones profesionales de médicos y enfermeras lo mismo que de los comités, nacionales o internacionales, de bioética. Si atendemos a la citada jurisprudencia del Alto Tribunal, los contenidos de algunas sentencias son desalentadores, como la STC 53/1985 de 11 de abril, –sobre el recurso de inconstitucionalidad de la interrupción voluntaria del embarazo, que constituye el «caso de referencia» (leading case)– y otras posteriores como la STC 120/1990 de 27 de junio. On dignity in death, en “Hastings Cent Stud”, 1974, 2(2), 67-80. En consecuencia, el respeto de la dignidad intangible de toda vida humana se extiende también al tiempo del morir: todas las vidas humanas en toda su duración desde la concepción a la muerte natural están dotadas de una dignidad intrínseca, objetiva, poseída por igual por todos: esa dignidad rodea de un aura de sacralidad todos los momentos de la vida del hombre. Basado en las exigencias de la razón, el sentimiento y el instinto, hizo de la voluntad fundamental de estar sano el principio fundamental de la dignidad humana. 31008 Navarra Commentary, 1990, 98, 3, 33-43. 4: Entre otros, el Convenio del Consejo de Europa para la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano con respecto a las aplicaciones de la Biología y la Medicina (Oviedo 4/04/1997) –en vigor en España desde el 1/01/2000–, la Recomendación 1418 (25/06/1999) del Consejo de Europa, relativa a la protección de los derechos del hombre y de la dignidad de los enfermos terminales y moribundos, la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (18/12/2000), la Ley 41/2002 de 14 de noviembre, básica en la reglamentación de la autonomía del paciente. VI), [2] de nombre secular Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini (Concesio, 26 de septiembre de 1897-Castel Gandolfo, 6 de agosto de 1978), fue el 262. El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Con Cristo y por su Encarnación, la humanidad queda ulteriormente dignificada, pues, con la llamada a filiación divina adoptiva, se refuerza la semejanza del hombre con Dios. La decisión de evitar el deterioro final de la calidad de vida y de mantener el control de sí mismo y de la propia dignidad en los días últimos, es favorecida por lo peculiar de las fuentes de información sobre la muerte de que dispone la gente de hoy. Un análisis comparado sobre las normas sobre la atención médica al paciente terminal recogidas en los códigos de ética y deontología de 39 asociaciones médicas nacionales de Europa y América, mostró la profunda unidad de la tradición común: junto a la condena unánime de la eutanasia y la ayuda médica al suicidio y del firme rechazo del encarnizamiento terapéutico, se recomiendan los cuidados paliativos de calidad como medida proporcionada a la dignidad del moribundo. (14) Comité Consultatif National d'Éthique pour les Sciences de la Vie et de la Santé, Avis sur les experimentations sur des malades en état végétatif chronique (24 Février 1986), en Avis 1984-1986, Centre de Documentation et d'Information d'Éthique des Sciences de la Vie et de la Santé, Paris, 1986, 17. Pretender prolongar siempre y a toda costa la vida meramente biológica humana es negar la verdad de la mortalidad humana y, por ello, actuar contra la dignidad humana. La profesión médica no puede eludir una seria discusión sobre la muerte y el morir en sus relaciones con la dignidad humana. Hoy como sabéis es el día contra la violencia de género. Se olvidan, por tanto, de dos cosas: 1) que uno es perfectamente digno si se carece de salud. Tal actitud subvierte la tradición ética de las profesiones sanitarias, uno de cuyos elementos más fecundos y positivos, tanto del progreso de la Medicina como en el de la sociedad, consiste en comprender que los débiles son importantes, que poseen plenamente la dignidad de todo hombre35. 12: STC, 53/1985 de 11 de abril, Fundamento Jurídico séptimo. "postalCode": "31009", En la Medicina paliativa, el respeto a la vida está condicionado de forma casi constante por la presencia de la vulnerabilidad esencial, por la fragilidad extrema del hombre, por el reconocimiento de lo inevitable y próximo de la muerte. "https://es.linkedin.com/school/universidad-de-navarra-cp/", El derecho a morir con dignidad se invoca como un derecho que garantiza la posibilidad de vivir y morir con la inherente dignidad de una persona humana, y como recurso para liberarse de la agonía de vivir en un estado de miseria emocional o psicológica. En primer lugar, porque a este órgano del Estado no le corresponde imponer deberes morales a los ciudadanos y, en segundo, y a tenor de su modo de interpretar el discurso de los derechos, sus miembros se escudan en concepciones ahistóricas de los derechos jurídico-normativos que les llevan a restringir las libertades constitucionales de las personas en relación a posibles elecciones individuales, limitando a la vez la calidad de nuestra democracia. El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. "postalCode": "31009", Cerraremos esta reflexión citando algunos de los obstáculos que dificultarán la aplicación de la ley de eutanasia que reivindicamos para que, tras su aprobación, no tengamos que constatar que es un derecho legal pero «derecho vacío» 2. El reconocimiento del valor de la debilidad humana es, en la tradición bíblica, universal, pues Dios no hace acepción de personas7. 2. Recíprocamente la autoridad pública está obligada a poner los medios necesarios para ejercer ese derecho y de vigilar su correcto ejercicio. ), El libro de los deberes. El primero está basado en los principios bioéticos de beneficencia y no-maleficencia y justifica la eutanasia por el estado de sufrimiento y decadencia irreversible del paciente, aunque considera poco relevante el hecho de si el paciente ha pedido morir o no. 15, CE–. ¿Y quién le ha hecho mudo, o sordo, o vidente o ciego? La conclusión. Y, sin embargo, las actitudes pro-vida y pro-eutanasia coinciden en un punto capital: la condena del encarnizamiento terapéutico que, además de ser mala medicina, es un grave atentado a la dignidad del moribundo. Los movimientos pro-eutanasia se han visto obligados, por ello, a dejar en segundo plano y como cosa del pasado el paradigma del matar por compasión al que sufre de modo intolerable, para tomar una dirección nueva: la de presentar la dignidad del morir como un derecho que expresa el dominio absoluto de uno sobre su propia vida, o como un signo de decoro personal. No es difícil para el médico cooperar a la restauración de la salud de su paciente mientras hay esperanza de alcanzarla. No es sólo imagen de Dios: el hombre es invitado a hacerse hijo de Dios, una dignidad imposible de superar, pues ya no cabe más nobleza, más valor. «No hay más que una raza: la raza de los hijos de Dios», dijo el Beato José María Escrivá en una síntesis que resume toda la antropología de la dignidad, una dignidad que nos viene de participar todos y cada uno, sin distinción y misteriosamente, de la filiación divina8. Ese carácter sumiso a las influencias sociales y subjetivas es la razón de que la dignidad del morir siga siendo invocada como un derecho en un tiempo en que los progresos de la medicina paliativa han provocado el ocaso de la noción de eutanasia como liberación del dolor insoportable. (actualmente aquí). Una exigencia metodológica necesaria a este tipo de análisis obliga a considerar el binomio «derecho-deber» como categoría central del discurso de los derechos, partiendo de que este se inscribe en la institución material que organiza política y jurídicamente una sociedad democrática. Arguye Stolberg, analizando la relación entre dignidad e igualdad humanas, que el hombre no puede dejar de ser humano, lo que quiere decir que es parte de la naturaleza. "@context":"http://schema.org", Aquella, aunque importante, es accidental. El proceso histórico a favor del reconocimiento de autonomía a los pacientes se remonta a los juicios de Núremberg (1947), al que han seguido otros documentos internacionales, nacionales y autonómicos que refuerzan la protección de esta obligación4. Nietzsche llevó ese rechazo al extremo. El precepto ético de no matar al paciente está presente e íntegramente conservado en la ética profesional del médico desde su mismo origen en el Juramento hipocrático. A la configuración simbólica de esta aspiración ha contribuido también el reconocimiento del valor autonomía de la persona. Constituye una interpretación plasmada en las «leyes de muerte digna». Cuesta mucho reconocer, en el ambiente de la medicina de hoy, interesada en resultados de curación y en costos por procesos, que la enfermedad seria, incapacitante, dolorosa y, en mayor grado todavía, la enfermedad terminal, pueda tener interés. «¿Permitirá la LORE ser libres hasta el final?», 2019, en http://www.mientrastanto.org/boletin-175/notas/permitira-la-lore-ser-libres-hasta-el-final-de-la-vida. 46 y ss, 8: Cfr. A partir de ese momento, resultó ser influyente, y otros escritrores se manifestaron a favor de tales puntos de vista: Lionel Tollemache, octavo conde de Dysart (1794-1878) escribió a favor de la eutanasia, al igual que la británica Annie Besant (1847-1933), la ensayista y reformadora que más tarde se involucró con la National Secular Society (Sociedad Nacional Laica), … Capella, J. R. «Miedo a morir. De hecho, algunos hablan de “derecho a morir”, expresión que no designa el derecho de procurarse o hacerse procurar la muerte a voluntad, sino el derecho a morir con serenidad, con dignidad humana y cristiana». (19) D.P. 9: La penalista Carmen Juanatey, entre otros juristas, sostiene que este artículo del C.P. Y lo mismo pasa con la enfermedad y el morir: pueden humillar, disminuir la autoestima, avergonzar e, incluso, crear un sentimiento de indignidad. Sulmasy describe cuan diferentes en la expresión de la dignidad pueden ser las muertes de los pacientes: desde los que enfrentan el morir con valor, esperanza y amor, a los que lo hacen en el temor, la rebeldía, la desesperación o el autodesprecio. III. Bien es cierto también que esta demanda no es unánime en nuestra sociedad. (15) G. Herranz, Deontología médica y vida terminal. Desde la perspectiva ética la demanda de eutanasia está así fundamentada y constituye una «institución mental»7; es decir, es un nuevo rasgo de moralidad positiva incorporado a la cultura occidental, pero necesitado de ser transformado en «institución material». Se puede apelar además a otros derechos, como a los relativos a la integridad física y moral o la prohibición de tratos inhumanos o degradantes –art. La idea de considerar los fenómenos naturales como degradantes o demoledores de la dignidad humana se basa en el falso dualismo que presenta como antagónicas dignidad y naturaleza, que convierte lo natural en enemigo y destructor de lo propiamente humano. Para restaurar un fundamento verdaderamente realista e indisputable de la igualdad radical de la dignidad humana, Stolberg acude a la idea de G. Marcel de ir a buscar en la mortalidad y en la precariedad del hombre el rasero de la común condición humana que establece el nivel del valor igualitario y de la igualdad esencial. La medicina antigua no fue ciega a la dignidad del morir. El Keynesianismo refutaba la teoría clásica de acuerdo con la cual la economía, regulada por sí sola, tiende automáticamente al pleno uso de los factores productivos o medios de producción (incluyendo el capital y trabajo).Keynes postuló que el equilibrio al que teóricamente tiende el libre mercado, depende de otros factores [2] y no … "alternateName":"UNAV", Doctors, patients, and assisted suicide, (Revised and updated), W.W. Norton, New York, 1998. La respuesta que Kass17 da a Ramsey, tanto por su análisis de la noción de dignidad, como por la rehabilitación de la conjunción muerte-dignidad en sus bases naturales y bíblicas, es un punto de partida esencial para comprender el sentido válido de la muerte con dignidad. Estos son el conjunto de principios y valores constitucionales a tener en cuenta para justificar el reconocimiento de la eutanasia. Entonces, anticipar la muerte es la solución apetecible cuando la vida pierde su dignidad. Lo que he ha ocurrido hoy es impresionante. "streetAddress": "Campus Universitario s/n", 10 Ejemplos de artículo de opinión: 1. (actualmente aquí). Esa es una dura prueba para el médico y la enfermera, pero en eso consiste atender al moribundo. El origen de Vox se remonta a la plataforma reconversión.es fundada en julio de 2012 y promovida por un colectivo del que formaban parte cuadros y militantes del Partido Popular entre los que se encontraban Alejo Vidal-Quadras (conocido anticatalanista), [93] Santiago Abascal (entonces presidente de la Fundación para la Defensa … Stolberg, Human dignity and disease, disability, suffering: A philosophical contribution to the euthanasia and assisted suicide debate, “Humane Med”, 1995, 11, 144-146. (9) Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium vitae, LEV, Ciudad del Vaticano, 1995, puntos 44, 46, 50 y 51. Asociación Federal Derecho a Morir Dignamente (DMD), Gestionar el Consentimiento de las Cookies. Cuando al enfermo se le considera a esta luz, como algo a la vez digno y miserable, podemos reconocer su condición a la vez inviolable y necesitada. Te daré muerte, si te quieres”». Muchas de sus preocupaciones sobre la eugenesia y la higiene racial estuvieron también presentes en su exterminio sistemático de millones de personas «indeseables», incluyendo judíos, gitanos, testigos de Jehová y homosexuales durante el Holocausto (buena parte del equipo y los métodos de exterminio usados en los campos fueron desarrollados inicialmente … (2) P.R.S. Se introduce así una discriminación que afecta a lo más medular de las relaciones entre médicos y paciente: estos ya no están investidos de la única y suprema dignidad del hombre, sino que pueden distinguirse en diversas categorías: los débiles serán discriminados. A unos y otros hay que tratar con dedicación y respeto. Los desgraciados prisioneros de la tecnología, ajenos afortunadamente a lo que ocurre a su alrededor, a causa de los medicamentos o de su enfermedad, yacen inermes, mientras se ejecuta el ritual de profanación de su dignidad»22. (22) R. Taylor, Medicine out of control: The anatomy of a malignant technology, Sun Books, Melbourne, 1979. La muerte entre el miedo y el derecho», en Mientras tanto, Núm. (16) P. Ramsey, The indignity of 'death with dignity', en “Hastings Cent Stud”, 1974, 2(2), 47-62. La enfermedad terminal tampoco se limita, por encima de lo meramente biológico, a un recorrido vivencial de unas determinadas etapas que van marcando las reacciones psicológicas del enfermo ante la muerte anunciada e ineluctable, reacciones que necesitan comprensión, apoyo y acompañamiento33. Sulmasy19, después de concluir que la esencia de la dignidad humana es nada más y nada menos que la estima y el honor que los seres humanos merecen simplemente porque son humanos. La Declaración Iura et bona, de la Congregación para la Doctrina de la Fe21, lo describía sucintamente así: «Es muy importante hoy proteger, en el momento de la muerte, la dignidad de la persona humana y la concepción cristiana de la vida contra un tecnicismo que corre el riesgo de hacerse abusivo. Pero esas cualidades están muy diferentemente repartidas en los que van a morir, por lo que no pueden ser base para la igualdad de derechos y dignidad en el trance de la muerte. A ello se añaden otros principios y valores en los que apoyar esta reivindicación, los cuales permiten en la actualidad a los pacientes rechazar un tratamiento médico, aunque de ello se derive el acortamiento de la vida. Se aceptaba como una realidad inevitable que hubiera esclavos o extranjeros, destinados a trabajos duros o degradantes, que podían ser torturados o consumidos en labores productivas o en diversiones. Spicker, Euthanasia and the newborn, Reidel, Dordrecht, 1987, 23-45. Universidad de Navarra. Y así resulta que muchas de las asociaciones que propugnan la despenalización de la eutanasia y de la ayuda médica al suicidio se han autodenominado con términos que combinan muerte y dignidad25. (5) G.B. (17) L.R. "url":"http://www.unav.edu", Y ya que hay que morir, todos, en principio y por instinto, queremos hacerlo con dignidad y decorosamente, conservando la nobleza propia del hombre. "@type":"Organization", En ellas se expresan conceptos como la «indisponibilidad de la vida» y libertad», a partir de los cuales fundamentan sus razonamientos, para concluir que la vida «es objeto de protección aún sin la voluntad del sujeto». Ferngren, The Imago Dei and the sanctity of life: the origins of an idea, en R.C. En primer lugar, se trata de obstáculos económicos, como la incorporación de esta prestación al sistema sanitario público y, sobre todo, la generalización de las unidades de Cuidados Paliativos o el perfeccionamiento de la formación específica de los profesionales y la precisión del sentido y los límites de la objeción de conciencia. Todos los miembros de la familia humana, los fuertes lo mismo que los débiles, somos de igual valor delante de Dios: todos poseemos idéntica dignidad. La socialización de la medicina constituye uno de los esfuerzos históricos de mayor porte en homenaje a la dignidad humana de todos. El tercer y último ensayo se enfoca en analizar a la eutanasia, los argumentos a favor y en contra de la misma. La situación terminal constituye, por encima de todo eso, una amenaza a la integridad del hombre, a su dignidad personal, que pone a prueba al enfermo y a los que le atienden. "sameAs":[ Lo específico de médicos y enfermeras es ayudar, con su conocimiento y habilidades, a los enfermos y débiles, a seres humanos que viven la crisis de estar perdiendo su vigor físico, sus facultades mentales, su vida. Glosary. En fin de cuentas, la mentalidad pro-eutanasia pretende obligar a la sociedad a escoger entre la muerte provocada e indolora, como pretendido medio de preservar la dignidad humana, y la atención y cuidado de los enfermos terminales, con las vicisitudes y precariedades de la vida que se apaga28. El respeto ético de médicos y enfermeras que administran cuidados paliativos es respeto a la vida declinante; su trabajo consiste en cuidar de gentes en el grado extremo de debilidad. La deficiencia de unidades de cuidados paliativos que garanticen, en la medida de lo posible, un adecuado control del sufrimiento favorece el desarrollo de movimientos sociales que están a favor de la eutanasia, práctica que origina un debate social cada vez más intenso y que se realiza en varias partes del mundo, a pesar de ser, al menos hoy en día, ilegal en la mayoría … Prefieren ignorarla o extinguirla. Es más: el respeto de la vida y de la dignidad del hombre constituye, según algunos, de un derecho que ha de ser cumplido tanto más cuanto mayor es la debilidad del moribundo. Visitada el 8 de octubre de 1998. A estos se añaden otros obstáculos de naturaleza ideológica que, como ya se ha citado, tratarán de dificultar el ejercicio del nuevo derecho reconocido. Tengo el agrado de presentar el documento Compendio de la doctrina social de la Iglesia, elaborado, según el encargo recibido del Santo Padre Juan Pablo II, para exponer de manera sintética, pero exhaustiva, la enseñanza social de la Iglesia.. Transformar la realidad social con la fuerza del Evangelio, testimoniada por mujeres y … Había ciertamente entre los clásicos un sentido de la dignidad, pero era la dignidad del hombre excelente, virtuoso, que vivía en condiciones de desarrollar sus virtudes, sus excelencias, humanas. Es profesor de derecho y de filosofía en la Universidad de Monash (Melbourne).. Tras sus estudios iniciales en Australia, se traslada a la Universidad de Oxford, donde toma contacto con el utilitarismo ético mediante la lectura de … "name":"Universidad de Navarra", Esto es, con su discurso intentan debilitar la débil democracia que nos gobierna. (30) American Humanist Association. Conviene, sin embargo, señalar que la noción de la universal dignidad del hombre y, en particular, la del hombre moribundo, no es sólo religiosa: ha entrado a formar parte también del derecho. De la confrontación con la finitud que a todos nos espera brota la conciencia de que los hombres coincidimos en las experiencias del dolor y las penas, la enfermedad, el envejecimiento y la muerte, una experiencia que nos reúne en la construcción de la dignidad común. Uno de los grandes promotores de los cuidados paliativos, ese modo tan −profesionalmente médico de respetar la dignidad de los que van a morir, afirmaba que, a su juicio, uno de los argumentos más fuertes contra la eutanasia es el buen uso que él había visto hacer a muchos pacientes, y a sus familias, de los días finales de su existencia, después de que el dolor hubiera sido mitigado y antes de que llegara la muerte. A treinta años de la apertura del Concilio Vaticano II (1962-1965), se cumplía de este modo felizmente el deseo expresado en … Las normas de ámbito estatal explicitan también el deber de los facultativos: respetar dicha voluntad y atribuir a la autoridad el deber de poner los medios para que los pacientes puedan ejercer el derecho reconocido. La bibliografía sobre la futilidad médica es hoy inabarcable, pues se han multiplicado los comentarios sobre la muerte dramática de ciertos personajes públicos, sobre la jurisprudencia acerca de casos clínicos particularmente complejos, y sobre la multitud de directrices dictadas por diferentes organismos profesionales. Repasemos ambas posibilidades. Algunas encuestas han mostrado que hay una estrecha correlación entre clase social y grado de autoestima intelectual, por un lado, y adhesión al activismo pro-eutanasia por otro. Más aún, hay que reconocer que algunas de las reflexiones más inspiradas y profundas se produjeron en los primeros años de la joven disciplina. (29) K. Faber-Langendoen, Death by request. "address":{ El nuevo proyecto del Código Penal Español continúa considerando la eutanasia como delito. Todos comparten la idea de que aplicar tratamientos deliberadamente inútiles cuando ya no hay esperanza razonable de recuperación, en particular cuando provocan dolor y aislamiento, quebranta la dignidad del moribundo. España, Tel. En las sociedades democráticas occidentales conviven personas y colectivos con opciones morales diferentes, en función de las cuales disponen de su «libertad-autonomía» para decidir cómo y cuándo morir. Son muchos los que tratan de arrebatarlo de las manos de los promotores de la eutanasia que han tratado de apropiarse su uso en exclusiva. What the dying have to teach doctors, nurses, clergy and their own families, MacMillan, New York, 1969. También se pueden invocar los principios de dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad. Stolberg20, tras llegar a la conclusión de que la noción de dignidad humana no puede sustentarse sólo en la capacidad de autogestión racional del kantiano, ni en la libertad que nos persuade de que no somos meras cosas del existencialista, pues se llegaría a la pesimista conclusión de que el moribundo y el comatoso carecerían de dignidad humana. { The rudimentary process, “N Engl J Med”, 1975, 293, 1320-1322. El crítico de la medicina, Richard Taylor, se expresaba con dureza acerada acerca del abuso terapéutico de las unidades de cuidados intensivos de los años setenta, en estos términos: «Hileras de preparados fisiológicos, conocidos también como seres humanos, yacen rodeados de un número asombroso de artilugios mecánicos...] A través de innúmeros tubos se inyectan o se drenan líquidos de mil colores. Hay quien sostiene que el «derecho» a la vida es algo natural, indisponible e irrenunciable. Se me ha encomendado la tarea de referir cómo el concepto de dignidad se emplea en el intenso e interminable debate en torno a la eutanasia. Tu vida carece de sentido y de valor. La dignidad humana no es algo subjetivo: nadie puede incrementar, disminuir o aniquilar a capricho su propia dignidad, y tampoco puede hacerlo con la dignidad de otro. (21)Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre la eutanasia, Conferencia Episcopal Española, Secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, Madrid, 1981, 145-163. Supuesto que la ley despenalizadora de la eutanasia supere las dificultades en su trámite parlamentario, no se puede bajar la guardia porque persisten obstáculos metajurídicos que conviene enumerar. Eso era todo: el médico no tenía medicinas, ni heroicas ni eutanásicas, con que socorrerle. 5: «El Consejo de Europa ha demostrado una vez más que está manipulado por el Vaticano». En primer lugar, porque se ha escrito mucho sobre el tema: en la base de datos Bioethicsline (hasta final de 1998) se encuentran más de tres centenares de referencias bibliográficas sobre eutanasia y dignidad. La justificación de la eutanasia desde el punto de vista ético se apoya en distintos paradigmas morales, entre los que destacamos dos. “La eutanasia: derecho y deberes”, en J.A. Para saber más puedes leer acerca de los tipos de ensayos o analizar un ejemplo de ensayo más extenso .
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